Zeefuik celebra su hattrick |
En un partido
que no se presta demasiado para el análisis, el Hearts derrotó por
10 a 0 al Cowdenbeath. El equipo de la capital escocesa comenzó el
partido tratando de recuperar el juego que supo desplegar en el
primer semestre, controlando la pelota y siendo efectivo en el área
rival, dos claves que en los últimos partidos no se estaban
ejecutando de la mejor manera. Si bien el equipo a pesar del traspié
contra Falkirk siguió sumando, no podía reencontrarse con su mejor
versión. Hasta el minuto 25 de este partido.
En una jugada
con una serie de rebotes en el área del equipo visitante y tras un
remate de Sam Nicholson que un defensor rival detuvo con la mano, el
árbitro del encuentro decidió marcar la pena máxima y ahí se
produjo el cambio total del partido. Zeefuik transformó el penal en
gol y adelantó al Hearts. En el minuto siguiente,
Walker recuperó una pelota en mitad de cancha, se la dio a Zeefuik
cerca de la medialuna y este de media vuelta la acomodó al lado del
palo, 26 minutos, 2 a 0. Para completar con la ráfaga de goles,
Nicholson entró al área rival y fue derribado. Penal y expulsión
para Lewis
Toshney. Zeefuik no cambio el lugar del remate y marcó así el
tercer gol del Hearts y su primer hattrick con la camiseta del equipo
capitalino.
El
primer tiempo tenía reservadas más emociones, porque cinco minutos
más tarde, a los 32, Sam Nicholson sacó un potente remate que fue a
parar al ángulo derecho del arquero y siete minutos más tarde,
Jamie Walker tomó una pelota en la medialuna y de media vuelta puso
el 5 a 0 en 39 minutos. Con ese resultado el equipo se iría al
entretiempo, con los aplausos de un estadio que miraba asombrado como
su equipo había terminado el partido en 20 minutos.
El
segundo tiempo comenzó tranquilo, con el Hearts dominando el partido
y el Cowdenbeath tratando de no recibir más goles y cuidando los
espacios que dejaba por contar con un hombre menos sobre el campo de
juego.
Hay
ciertas teorías en el mundo del fútbol que hablan de los códigos
de los jugadores en estas situaciones. Si el equipo que va ganando
por una diferencia tan amplia debe seguir buscando el arco rival o
debe “bajar un cambio” y hacer que el tiempo pase, como muestra
de respeto hacia el rival. Hay quienes dicen que esto no puede ser
así, y que al rival se lo respete pasándolo por arriba y parece que
los muchachos de Robbie están de acuerdo con esta última más que
con la primera, porque a los diez minutos de comenzado el segundo
tiempo, Morgaro Gomis encaró por el medio del área rival buscando
el arco y fue derribado por un defensor, Bobby Madden marcó el punto
de penal por tercera vez en el partido y Gomis tomó la pelota y se
dispuso a patear. El senegales hasta el momento no había marcado con
la camiseta del Hearts y enfrente tenía a su ex equipo, dónde supo
jugar en la temporada 2006/07. Poco le importo a Gomis aquellos días
en Fife, cuando después de una corta carrera y mucha frialdad,
definió “a lo Panenka” para poner el marcador 6 a 0.
Las
reacciones del rival ya eran nulas, y algunos de los hinchas que
habían acompañado al equipo hasta Edimburgo comenzaron a abandonar
el Tynecastle. Robbie preparó una triple variante, para darle
minutos a algunos jugadores que no comenzaron el año muy bien desde
lo físico. Keatings, Sow y El Hassnaoui, tres delanteros a la cancha
con el partido 6 a 0, entraron para reemplazar a Zeefuik, King y
Walker.
El
mensaje que mandó el DT con el cambio fue bastante claro, el equipo
tenía que seguir metiendo goles, al rival se lo respeta pasándolo
por arriba. Y así lo entendieron, desde los delanteros recién
ingresados, hasta los centrales que venían disputando todo el
partido, ya que Ozturk con un bombazo de más de 20 metros anotó el
séptimo gol y Danny Wilson, después de capturar un rebote en el
área marcó el octavo a los 68.
Pero
al partido todavía le faltaba más. El Hassnaoui tomó la pelota por
izquierda, fue para el centro y metió un pase milimétrico para que
Osman Sow defina de arrastron y ponga el partido 9 a 0 en 70 minutos.
El delantero sueco arrancó el año con algunas lesiones que no le
permitieron disputar muchos minutos y aprovechó la primera
oportunidad clara que tuvo para volver al gol rápidamente. Pero no
sería el único gol en su cuenta personas, ya que cuatro minutos más
tarde, tomó una pelota en la medialuna y de zurda la clavó en el
palo izquierdo de un Robbie Thomson
que solo la vio pasar mientras rezaba para que el partido acabe
pronto.
Los
últimos quince minutos del partido tuvieron al equipo local tratando
de buscar sumar otro gol, Keatings tuvo algunas oportunidades de
pelota parada, también Paterson y El Hassnaoui, pero el marcador
quedó fijo en 10, después de ese remate de Sow a los 74 minutos.
Cuando
Bobby Madden marcó el final del partido a los 90 minutos, todo el
Tynecastle aplaudió de pie la actuación del Hearts y también la de
los muchachos del Cowdenbeath, que a pesar de no haber jugado bien,
nunca intentaron desvirtuar el partido y tuvieron una conducta
ejemplar, tanto los jugadores como los aficionados que se quedaron
hasta el último minuto.
Hearts:
Alexander, Paterson, Wilson, Ozturk, Gomis, Walker (EL Hassnaoui,
59'), Nicholson, King (Keatings, 59'), Pallardo, Zeefuik (Sow, 59'),
Eckersley. Subs:
Gallacher, Anderson, McKay, McGhee.
Cowdenbeath:
Thomson, Adamson, O'Brien, Wedderburn, Robertson, Nish, Herron, Kane
(Armstrong, 46'), Brett, Toshney, Hughes. Subs:
Sneddon, Milne, Higgins, Brownlie, Oyenuga, Miller.
Referee:
Bobby Madden
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